Para muchos, el verano es la época más feliz del año. El sol que se despliega por doquier invita a la gente a tostarse en las playas, el calor vuelve a las noches de fiesta más atractivas y las tardes con los amigos en compañía de bebidas refrescantes se hacen más frecuentes. Pero, ¿qué ocurre cuando el calor es tan grande y pesado que nos hace extrañar las estaciones frías?
Durante el verano del 2017, algunos países latinoamericanos soportaron altísimas temperaturas. Como se recuerda, Chile registró la cifra más alta de su historia republicana: 44,9°C en la comuna de Quillón. La ola de calor hizo que Santiago alcanzara 37,4°C y Curicó 37,3. Argentina también experimentó temperaturas muy altas en aquel año y en este 2018, la historia parece repetirse.
Cabe entonces preguntarse ¿hasta qué punto el calor extremo y la exposición al sol pueden perjudicar nuestra salud?. A continuación, explicaremos los efectos que un verano intenso puede provocar en las personas y algunas medidas de seguridad y prevención ante ellos.
El calor y su influencia en la salud
Los problemas de salud asociados al calor van desde muy leves hasta mortales. Una persona acalorada puede estresarse y sufrir de malestares, desmayarse o sentir ardor punzante en la piel si no se aplicó adecuadamente alguna crema protectora. El factor de protección solar es muy importante para evitar estos problemas.
Por otro lado, la Asociación Española Contra el Cáncer (AECC) señala que la exposición excesiva a los rayos del sol es el principal factor de riesgo en la aparición de cáncer de piel. Si bien cualquier persona puede ser presa de este mal, aquellas de piel muy blanca y ojos claros tienen un riesgo más alto.
El temible golpe de calor
Si el cáncer de piel ya es algo muy serio, el golpe de calor es peor aún. Se llama así a una elevación tan brusca de la temperatura corporal que no permite la natural compensación del cuerpo. Entre los síntomas, se cuentan una aceleración inusual del pulso, fiebre, dolores de cabeza y piel enrojecida. Si no se le controla a tiempo, puede llegar a causar la muerte. En los últimos años, este problema se ha convertido en una preocupación mayor, por lo cual ya existen primeros auxilios ante un golpe de calor que es importante conocer.
¿Qué hacer entonces?
Ante estos problemas la solución pareciera ser quedarse en casa y esperar a que el verano termine. Pero no es así. Si se toman las precauciones adecuadas, se puede disfrutar de esta época. Como se sabe, las cremas bloqueadoras son excelentes para cuidar de la salud durante los días calurosos, pero hay que saber utilizarlas de manera correcta. Para lograr una protección adecuada, el bloqueador debe ser aplicado media hora antes de la exposición directa al sol y repetir la operación como máximo cada dos horas. Estas precauciones, lamentablemente, suelen ser dejadas de lado por muchos veraneantes.
Una solución colorida: ropa adecuada para el verano
Podría ser que a alguien se le olvide el bloqueador en casa, pero de seguro nunca saldrá a la calle sin ropa. De acuerdo a The Skin Cancer Foundation, la ropa es nuestra primera línea defensiva ante los rayos del sol y, de hecho, la más efectiva. El problema está en que el calor, la costumbre y cierta vanidad han colocado al verano como la estación perfecta para mostrar piel ante el mundo. Vestidos cortos, shorts y bikinis diminutos suelen ser las prendas preferidas durante la cálida estación. Sin embargo, determinadas prendas puede proteger la piel y al mismo tiempo lucirse muy bien bajo el sol.
- Es preferible la ropa de punto apretado
Cuando la tela tiene agujeros muy pequeños entre los hilos, su nivel de protección solar es mayor. Prendas como los jeans y las faldas de paño son buenos ejemplos, además de ser perfectamente combinables con otros elementos veraniegos. Las telas sintéticas como el poliéster ofrecen más protección que el algodón. Además, por razones evidentes, el grosor de la tela también influye. Lo ideal es aprovisionar el guardarropa con prendas que permitan un equilibrio adecuado entre la frescura y la seguridad ante los rayos UV.
Desde hace algunos años, se ofrece en tiendas deportivas ropa especial con factor de protección ultravioleta (FPU o UPF), de manera análoga a las cremas bloqueadoras. Instituciones como The Skin Cancer Foundation o la American Society for Testing Materials se encargan de revisar el rango de protección que va desde los 20 hasta los 50+. Entre las marcas que ofrecen este tipo de vestuario se encuentran Australian Kids, Mala y Sunblock. Por otra parte, existen ya algunos detergentes como Sunguard que aumentan la protección brindada por la ropa regular.
- Mejor usar colores oscuros
Aunque la temporada de verano privilegia los colores claros, la ciencia nos dice algo muy diferente en cuanto a salud se trata. Cuando más oscuro sea el color de la tela, mayor será su efectividad para bloquear los rayos UV. El rojo o el negro son excelentes alternativas comparadas con el blanco o los colores pastel. Esto se sabe desde hace muchos años, por lo cual diversos negocios ya ofrecen camisetas, pantalones y pareos veraniegos en colores intensos, muy combinables con otras prendas de nuestro guardarropa.
- Los sombreros y los anteojos de sol son muy importantes
Las típicas gorritas con visera protegen el rostro, pero dejan al descubierto la nuca, aumentando el riesgo de problemas muy graves, como el carcinoma. La recomendación es usar sombreros anchos, que tengan un mínimo de 7.5 centímetros alrededor de la cabeza; de tal forma que puedan resguardar todas las zonas de la cara y la nuca.
Los lentes de sol también son un elemento básico en esta ola de calor. Los ojos pueden verse afectados de muchas maneras por los RUV: cataratas, melanomas oculares y otros tipos de cáncer de piel. No todos los lentes de sol ofrecen los niveles adecuados de seguridad, por lo que es muy importante adquirirlos en centros confiables. Los anteojos a medida también pueden recibir un tratamiento especial para aumentar su nivel de protección.