Se sabe que realizar ejercicio es muy importante para llevar una vida saludable. Diversas investigaciones han comprobado su contribución en el funcionamiento del cerebro, en la alimentación y en la esperanza de vida. Pero ¿qué le pasa al cuerpo cuando se empieza a hacer actividad física? Lo revelamos a continuación.
Cuando el cuerpo entrena, se experimentan una serie de cambios, que se traducen en una serie de beneficios para la salud y para la mente.
Salud
– Estimula el metabolismo
Uno de los primeros cambios que se producen al hacer deporte, es que el metabolismo se acelera. Esto, pues una persona que pone su cuerpo en movimiento tienen un gasto energético mayor que una persona sedentaria. Por lo mismo, entre más actividad física se realice, mayor será su gasto metabólico. Es decir, se quemarán más calorías y se irá al baño más seguido.
– Mejora la capacidad respiratoria
Al aumentar el metabolismo, el cuerpo requiere automáticamente más oxígeno para funcionar correctamente. La capacidad respiratoria aumenta, por lo que el organismo tiene una mayor oxigenación, lo que hace que se sienta mucho más activo y menos cansado.
– Mejora la salud cardiovascular
Cuando se realiza una rutina fitness, el corazón funciona de una manera mucho más eficiente, pues puede enviar una mayor cantidad de sangre hacia el cuerpo, pero trabajando mucho menos que en estado sedentario. En términos prácticos, esto significa que puede producir el bombeo sanguíneo con una menor cantidad de latidos por minuto. Por eso, a la larga la persona se siente mejor y cuida su salud cardiovascular mientras se ejercita.
– Fortalece la musculatura
Hacer ejercicio también significa estar trabajando los músculos, fortaleciéndolos y mejorando la resistencia del cuerpo. Con el tiempo, al tener una musculatura más fuerte, se puede, entre otras cosas, prevenir lesiones o hacer que éstas sean mucho más leves de lo normal.
– Previene enfermedades
Sin duda que entre los mayores beneficios de realizar actividad física, se encuentra la prevención de numerosas enfermedades, entre ellas la diabetes.
– Mejora la apariencia de la piel
Se dice que la piel muestra cuán sano se está por dentro. Por ende, si el ejercicio físico ayuda a conservar una buena salud, esto inmediatamente se refleja en la dermis. ¿Cómo? Muy simple. El movimiento estimula la circulación sanguínea y la oxigenación, procesos clave en la eliminación de toxinas y en la producción del colágeno (componente que evita el envejecimiento). El resultado de esto, es una piel mucho más bonita y jovial.
– Estimula el cerebro
Según diversos estudios, la actividad física también ayuda a la función cerebral, ya que le proporciona oxigenación, un componente que contribuye a mejorar aspectos como la concentración y la memoria.
Mente
– Relaja
El moverse hace que se liberan endorfinas, las sustancias responsables del estrés que siente una persona. Recientes investigaciones han revelado que hacer ejercicio moderado puede ayudar a evitar el estrés y la ansiedad, y que los efectos pueden perdurar hasta bastante tiempo después de finalizada la rutina.
– Mejora el ánimo
Como consecuencia de la liberación de endorfinas, también mejora el ánimo y la autoestima de la gente.
Recomendaciones a la hora de realizar ejercicio
– Todos pueden ejercitar
Según Family Doctor, todas las personas pueden realizar actividad física, pero obviamente lo que puedan hacer va a depender de una serie de factores, como si han entrenado antes o si presentan alguna enfermedad preexistente. En este último caso, se recomienda consultar primero con un médico para asegurar que el ejercicio sea el adecuado.
– Importancia del precalentamiento
Antes de realizar cualquier rutina, es de suma importancia hacer un precalentamiento que permita preparar y adaptar el cuerpo para entrenar sin problemas. Recordemos que de saltarse este paso, la persona se expone a lesiones o a quedar con las articulaciones adoloridas. Por eso, los médicos recomiendan que el calentamiento incluya movilidad articular, suaves estiramientos y movimientos que se relacionen con los ejercicios que se van a realizar.
– Intensidad gradual
Si nunca han hecho actividad física, la recomendación es comenzar con algo suave que se vaya intensificando con el tiempo. Por ejemplo, se sugiere empezar con caminatas rápidas de 10 minutos para ir acostumbrando al cuerpo al movimiento. Ahora si pueden ponerse en manos de un profesional del entrenamiento, mucho mejor, pues él les indicará un plan de ejercicios adecuado para su situación.
– Frecuencia del ejercicio y compañía
Los expertos consideran que realizar sesiones con una frecuencia semanal, de 20 minutos cada una, alternando los días para no aburrirse tiene grandes beneficios. Si a eso sumamos compañía de un amigo o ser querido, todo eso mejorará.
Uno de los mayores enemigos del ejercicio es el cansancio y la desmotivación. Por eso, siempre se recomienda practicar deporte con otras personas, ojalá amigos o familiares, que harán de la rutina un momento mucho más entretenido y motivante.
– Alimentación equilibrada y mucho líquido
A la hora de internarse en el fitness, es muy importante tener una alimentación adecuada, que nutra y a la vez compense el gasto energético extra que experimentará el cuerpo. Una de las claves es calcular las calorías que se gastan versus las que se necesitan comer. Así también, entrega algunas claves sobre qué consumir antes y después de hacer actividad física.
a) Antes: mucho líquido, alimentos de baja grasa (pues pueden producir fatiga), carbohidratos de lenta absorción y proteínas.
b) Después: carbohidratos de bajo índice glicémico y proteínas bajas en grasa (carnes blancas, huevo, lácteos descremados).
Tal como sugieren los expertos en salud y deporte, el ejercicio es muy importante para tener un estilo de vida saludable. Al comenzar a realizar actividad física, las personas comienzan a experimentar una serie de beneficios para su salud y su mente. Pero para tener óptimos resultados, se sugiere tener algunos aspectos en consideración, como que: todos pueden ejercitar, es importante el precalentamiento, ejercitar con intensidad gradual, tener una frecuencia de varias veces a la semana, entrenar en compañía y tener una alimentación adecuada.
Cada uno de estos factores te ayudará a conseguir mejorar tu calidad de vida y compartir mejores momentos con tu familia.