Siguiendo una tradición instaurada en 2005, la Universidad de Concepción entregó su Medalla Doctoral a los 78 profesionales, 15 de ellos extranjeros, que obtuvieron el más alto grado académico en su aulas, en el período que va de octubre de 2016 a septiembre de este año.
El acto solemne, que tuvo lugar en el teatro institucional, fue encabezado por el Vicerrector Bernabé Rivas en representación del Rector Sergio Lavanchy, quien se encuentra fuera de Chile, y contó con la presencia de los vicerrectores de Investigación y Desarrollo, Claudio Valdovinos, y de Vinculación con el Medio, Jorge Rojas; así como de decanos, directores de los programas de doctorado y familiares de los homenajeados.
El Dr. Rivas señaló que la ceremonia es parte de la celebración del nonagésimo octavo aniversario de la Universidad y la conmemoración de los cien años desde la sesión fundacional de la casa de estudios, que tuvo lugar en marzo de 1917.
Asimismo, situó la entrega de estos reconocimientos en el contexto de la acreditación institucional de siete años obtenida el año pasado y donde “el postgrado y el doctorado juegan un rol preponderante en la excelencia de la UdeC”, dijo.
En su intervención, recordó que la formación doctoral en la Universidad comenzó en 1974. Sin embargo, acotó que la actividad “fue creando sus cimientos desde el origen de la institución” en las orientaciones que dieron a la institución el Rector Fundador, Enrique Molina, y su sucesor, David Stitchkin.
También recalcó la influencia de los institutos centrales, creados en la década del 60, cuyos académicos, por decisión de los directivos, “comenzaron a perfeccionarse y a desarrollar estudios en el extranjero, especialmente Europa y Estados Unidos, de manera que a su regreso empezaron a generar las masas críticas para poder dar origen a los primeros programas de postgrado de la Universidad”.
A 43 años de esos inicios, el crecimiento ha sido sostenido, contándose en la actualidad con 31 programas de doctorado en 17 de las 20 facultades de la Universidad, y con un total de mil 51 graduados, de los cuales el 43% corresponde a profesionales mujeres, como destacó el Dr. Rivas.
La autoridad universitaria planteó que, si bien existe una inserción exitosa de doctores en la academia, cercana a un 70%, el desafío país es llegar en mayor medida al medio productivo y lograr la incorporación de estos profesionales de alta calificación en el sector público. Por otro lado, señaló que también es necesaria su presencia en el ámbito del emprendimiento.
“Como institución sabemos que hemos tenido logros importantes y sabemos que podemos seguir contribuyendo, que podemos mejorar la formación incorporando aspectos de emprendimiento, de innovación, de transferencia y licenciamiento, de manera dar mayores opciones a los doctorados”, afirmó.
La Directora de Postgrado, Dra. Ximena García, señaló, por su parte, que la Universidad de Concepción se sitúa en el tercer lugar nacional en términos de matrícula y egresados del nivel doctoral, a la vez que comentó que en esta actividad existe una importante componente internacional, con un 16% de extranjeros en la matrícula de doctores (que este año llega a cerca de 700).
“Vienen principalmente estudiantes de Colombia, Perú, Ecuador y Cuba, entre otros países. Tenemos, además, estudiantes africanos y europeos, y para nosotros es un orgullo, porque eso da cuenta de que nuestra formación (doctoral) en Chile en general y de nuestra institución en particular se ha ido posicionado en el extranjero y especialmente en el ámbito latinoamericano”, afirmó.
También remarcó que los programas de la UdeC cubren “prácticamente todas las áreas del conocimiento” y que ha habido una tendencia continua de crecimiento, a la vez que recordó que existe una política institucional de acreditar los doctorados. “Tenemos un porcentaje elevado que está acreditado y los que no lo están es porque son nuevos o porque están en proceso de modificación”.
Asimismo, puso de relieve el aporte de la actividad al fortalecimiento de la investigación, que “se amplifica” con la contribución de los doctorados y los magíster científicos.
Experiencias y desafíos
Eligio Colmenares vino de Venezuela gracias a una beca Conicyt, y se doctoró en Ciencias Aplicadas con mención en Ingeniería Matemática. Según relató, “elegí la Universidad por los académicos del doctorado, que me garantizaban obtener el perfil como investigador que estaba buscando”.
Para él, ha sido una experiencia importante y no solo en lo profesional. “Podría decir que es la experiencia más importante de mi vida, porque no solo me formé, sino que crecí como persona y aprendí otra cultura”. Por el momento continuará en Chile, trabajando en la Universidad del Bío Bío en Chillán.
También continuará en el país Inés Beltrán, cubana, del Doctorado en Ciencias Químicas. Sus estudios de pregrado los hizo en la ciudad de Santiago de Cuba y quiso profundizar y adquirir herramientas para complementar sus estudios previos. Hoy realiza labores docentes en la Universidad de Los Lagos, en Puerto Montt, donde atiende la línea de procesos de la carrera de Ingeniería Civil y trabaja en un proyecto de tratamiento de residuos orgánicos.“Somos pocas ingenieras químicas todavía, ahora trabajo haciendo visitas a industrias y lo puedo ver en terreno”, explicó.
En el área de las Humanidades, Yasna Burich, del Doctorado en Literatura Latinoamericana, cuenta que eligió este programa porque “era mucho más específico en el área que me quería especializar, los otros programas son más bien transdisciplinarios. Escogí Concepción por su calidad de vida también”. Hoy está de vuelta en su natal Chiloé y sus expectativas laborales son desarrollarse en su área de investigación, que es la literatura de género.
Para varios de los graduados, el doctorado debió combinarse con labores propias de formar una familia. Diego Molina, doctorado en Ciencias Físicas, contó que combinó el estudio con la paternidad de un hijo que hoy tiene dos años. “Esta experiencia es muy significativa para cualquier persona, pues uno profundiza sus conocimientos, con el apoyo de la familia detrás. Fue un trabajo arduo”. Él estudió su pregrado en la UdeC, y es oriundo de La Serena, pero trabaja en Concepción y se encuentra postulando a un postdoctorado.
En el caso de Paola Méndez, Doctora en Ciencias y Tecnología Analítica la experiencia fue enriquecedora, pero con sacrificios. “Con familia es más complicado, yo tengo tres hijas. Llegar hasta acá es sentir cumplida la meta. Ahora estoy haciendo clases y trabajando en investigación en algunas universidades”, señaló, agregando que “este doctorado me ha ayudado a dar el salto que quería”. Su próximo desafío es postular a un proyecto relacionado con el carbón mineral en la Provincia de Arauco.
Este avance en lo profesional se repite en la mayoría de los nuevos doctores. Para Gonzalo Rivera, Doctor en Ciencias Aplicadas con mención en Ingeniería Matemática, ha significado entrar al mundo de la docencia y adjudicación de proyectos. Su trabajo de doctorado es el modelamiento matemático para ecuaciones diferenciales parciales. Hoy se desempeña como docente en la Universidad de Los Lagos, y se adjudicó un Fondecyt de iniciación. “Con esto sigo haciendo investigación, para poder proyectarme más adelante”, dijo.