La llegada de la Semana Santa no solo implica la conmemoración del sacrificio, la muerte y resurrección de Jesús, sino que en el caso de los niños, esta fecha también significa la llegada del “Conejito de Pascua”, y de sus huevos de chocolate.
Esta tradición, que ya es prácticamente transversal en nuestro país, provoca un aumento explosivo en el consumo calórico de los infantes, lo que según el jefe del Departamento de Nutrición y Salud de Fundación Integra, Jaime Folch, podría generarles malestares futuros como estreñimiento, gastritis y dolor abdominal.
Por lo mismo, el profesional recomienda, en primera instancia, que los padres prefieran comprar huevos de chocolate huecos en lugar de macizos, ya que éstos en general aportan una cantidad menor de calorías. También se debe considerar no suministrar más de seis unidades al día para el caso de los niños de 4 a 5 años, y no más de tres en menores de 3 años.
Adicionalmente, Folch aconseja leer la información nutricional de los chocolates, para así cerciorarse de que éstos contengan un alto nivel de cacao, mayor al 60%. En el caso contrario, el llamado es a que los padres se animen a preparar sus propios huevos, y que los ingredientes empleados sean más saludables, según consigna Radio UdeC.
Como se trata de una tradición familiar, también es recomendable que los progenitores realicen junto a sus hijos actividades no centradas en comer, como cocinar juntos gallenas de avena o harina integral, o pintar huevos comunes previamente lavados.
También es recomendable instar a los niños a realizar actividad física durante los días de alto consumo de chocolate, para que tengan la posibilidad de utilizar las calorías derivadas del consumo de los productos.
Sobre esto, Folch reconoce que como institución comprenden “el protagonismo que toma el chocolate en estas festividades. No obstante, hay que comerlos de forma moderada y asumiendo que tiene una gran cantidad de calorías, azúcar y grasas”.