Con la presencia de algunos de sus familiares, llegados desde su país, fueron sepultados en Chillán los tres ciudadanos haitianos que fallecieron intoxicados por el monóxido de carbono de un brasero en Coelemu. Sus cuerpos esperaron un mes para ser inhumados.
Gracias al apoyo de Extranjería y la Embajada de Haití, lograron llegar a Chile la madre de Olguine Isema (32) y el hermano de Kerby Badeay (24), quienes llegaron el domingo a Chillán. Los familiares de Inecharles Mathurin (30) fueron contactados pero no pudieron viajar.
Las tres víctimas habían llegado a la zona tres días antes del fatal desenlace para trabajar en una empresa forestal. Se durmieron en la casa que habitaban con un bracero encendido, por las bajas temperaturas.
La emotiva ceremonia se realizó en español y creolé, en el Cementerio Municipal, y fue encabezada por el padre Paul, sacerdote haitiano que llegó hace tres meses a Chillán. Siguiendo sus tradiciones, éste arrojó polvo sobre los ataúdes, antes de ser ingresados a los nichos.
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