El Ministerio de Economía emitió el 18 de marzo una serie de recomendaciones a la industria alimentaria del país, en el contexto de la crisis sanitaria por Covid-19, para mantener el abastecimiento. Una de ellas era el congelamiento de los precios de los productos de primera necesidad.
Diversas cadenas tomaron la determinación de mantener el valor de los artículos de mayor consumo. Sin embargo, parte de los proveedores como Nestlé, Agrosuper, Carozzi, Soprole, Watt’s, Colún, Cervecera CCU y Embotelladora Andina, ya habrían comunicado sus intenciones de subir el costo de la mercadería en más de 10% por el alza del dólar.
Las empresas aseguran que la razón es que “ya hicieron su esfuerzo durante el estallido social y hoy no estarían dadas las condiciones como para volver a materializarlo”, según consignó La Tercera.
Por otro lado, la empresa CMPC , que también figura dentro de la lista de primera necesidad, ya comunicó públicamente que no concretará incrementos de precio. En tanto, Unilever sostuvo que ellos solo han materializado un alza en enero, a raíz del avance del tipo de cambio, y que no tienen programada ninguna nueva acción en ese sentido. P&G precisó estar abocados a asegurar la cadena de suministro, y que la fijación del precio final es resorte exclusivo del cliente.
Desde las cadenas supermercadistas, señalaron que, “si los proveedores no fijan los valores, tal como ya lo están haciendo los supermercados, la pérdida la absorben solos”. Respecto a esto, un ejecutivo del sector señala que si en el peor de los casos, un abastecedor quiere concretar el alza, la población al detectarlo criticará directamente al supermercado por haberla materializado. “La imagen afectada será del lugar donde compró, y no del proveedor”, precisó.