La Fiscalía Regional del Bío Bío emitió un comunicado en donde informaron el inicio de una investigación en contra de un pastor evangélico que dirigió un culto en Cañete, en medio de la crisis sanitaria por el COVID-19.
La decisión la tomó el fiscal jefe, Danilo Ramos, después que se conociera públicamente, que el obispo habría realizado reuniones con personas en el templo respectivo.
El pastor en cuestión, Luis Becerra, al ser consultado por la situación, en un matinal de televisión, justificó la acción asegurando que “nadie nos informó que no podíamos reunirnos”, añadiendo que han recibido múltiples amenazas por el hecho.
La Fiscalía de Cañete indaga una eventual infracción al artículo 318 del Código Penal, el cual sanciona a quien “pusiere en peligro la salud pública por infracción de las reglas higiénicas o de salubridad, debidamente publicadas por la autoridad, en tiempo de catástrofe, epidemia o contagio”.
El pastor arriesga una pena de presidio menor en su grado mínimo o multa de 6 a 20 UTM mensuales (entre $300 mil y $1 millón de pesos).