A través de un oficio, la Superintendencia de Salud obligó a las Isapres y Fonasa a aprobar las licencias médicas que se presenten en torno al COVID-19, y además revocar las que fueron rechazadas.
La medida se tomó tras detectar que las instituciones de salud previsional se estaban rehusando a emitir estos permisos para el tratamiento del virus.
Desde la superintendencia comunicaron que “estas licencias médicas se otorgan por razones de salud pública, y su autorización dentro del plazo es imprescindible para resguardar la salud de toda la población, por cuanto a través del reposo es posible el aislamiento de las personas que estén infectadas”.
Sumado a esto, se instruyó a las instituciones a realizar un catastro de los documentos rechazados respecto al COVID-19, y emitir un dictamen aprobándolos.