Según estimaciones de gremios y distintos dueños de panaderías, esto se sostiene desde febrero a la fecha, detallando que ingredientes como la harina y otros han aumento considerablemente su valor, por lo cual deben ajustar sus presupuestos ante la escalada del pan que ya comienza a superar los $2.000 en distintas localidades del país, incluyendo al Biobío, según cifras de la Oficina de Estudios y Políticas Agrarias (Odepa).
“Hemos sufrido alzas en todos los sectores, desde las alzas en los combustibles, hasta nuestro principal insumo que es la harina. Nosotros somos parte de toda esta cadena y nos hemos visto afectados como toda actividad económica. Hay panaderías que han pasado situaciones críticas con las alzas y se está notando una baja en el consumo . Tuvimos panaderías que cerraron algunas sucursales”, explicó el gerente de Inpan A.G., Víctor Delgado, respecto de las principales repercusiones que ha traído el alza entre panaderos y pasteleros del Biobío.
“La gran mayoría de los productos con los que hacemos pan son importados. Esto es un tema global y nosotros somos el último eslabón en esta cadena de precios. A nosotros nos repercute al final y el tema del combustible trae consecuencias en las panaderías que funcionan con petróleo o que su actividad descansa en el reparto. No descartamos el alza, porque dependemos de los precios de otros productos”, añadió Delgado.
“Estamos muy preocupados, porque por muchos años mantuvimos el precio del pan y ahora nos vemos en la obligación de estar subiendo los valores constantemente. Todo lo que contiene el pan ha subido su precio y lo más probable es que lo siga haciendo. Hasta la sal ha aumentado su valor”, es la preocupación de Cecilia Araneda, trabajadora y parte de la sociedad que administra la panadería El Progreso en el sector de Camilo Henríquez.
Asimismo, los vecinos de la ciudad también manifestaron las consecuencias monetarias que ha traído el alza del producto. “Antes compraba $1.000 pesos de pan y ahora llevo la misma cantidad pero pagando $1.500 y con eso tratamos de hacer malabares las seis personas de mi casa. Uno tiene que saber donde comprar el pan y buscar un local que sea más accesible”, manifestó Noelia Pezo, vecina de Concepción, sobre los cambios que ha traído el alza a su economía.
“Tratamos de mantener equitativo el precio para la gente. Nosotros aquí teníamos el kilo a $1.000 y ya lo hemos tenido que subir a $1.500 por el aumento en el valor de los ingredientes. Han sido $500 desde a mediados de marzo en adelante”, sentenció Víctor Figueroa, dueño de la amasandería Santa Victoria de Concepción.
No obstante, desde las panaderías aseguran que el valor del kilo de este esencial producto va dependiendo directamente de lo que estime cada local.
Factor IPC
La inflación continúa en aumento y no ha dado respiro durante el 2022. Según datos entregados por el Instituto Nacional de Estadísticas, el Índice de Precios al Consumidor (IPC) de mayo alcanzó un 1,2%, acumulando tres alzas mensuales consecutivas sobre el 1%.
Dentro de los alimentos, la categoría del pan y cereales fue el aumento más relevante, con una variación del 1,6%, mientras que hortalizas, legumbres y tubérculos presentaron una de 2,5%.
De igual forma, el trigo ha registrado un alza del 45% en lo que va del año, elevando el precio del kilo de pan por las nubes, en medio de un alza generalizada en el valor de los alimentos que poseen un carácter esencial en la alimentación de los chilenos.