El sector de la miel en Chile y en la Región del Biobío pasa por un momento delicado, donde la producción y su extensión a los mercados internacionales han ido a la baja, durante varias temporadas, en solo una década.
Sequía, uso y calidad de suelos, incendios forestales y hasta la guerra de Ucrania son factores que han abierto los blancos suficientes para vulnerar el desarrollo de un sector productivo tradicional del Biobío.
Rendimiento
Miguel Chávez es un conocido productor apícola de Negrete, en la Provincia de Biobío. Durante años ha centrado su labor en la venta al extranjero.
Hoy su capacidad de producción y negocio en general, dice Chávez, se alejan mucho de la rentabilidad. “Si antes un panel daba 40 kilos por temporada, ahora solo llega 20 o incluso 18. Hoy cuesta mucho exportar”, expresó.
Las causas que han configurado esta situación son varias. Entre ellas el uso y calidad de la tierra. El gremio destaca el daño de los incendios forestales desde 2016 a la fecha, más la función de los campos.
Es lo que identifica Leonardo Guiñez, presidente de la Cooperativa Apícola de Santa Bárbara (Coasba). “Acá es clave el Quillay. En esta temporada comenzó recién a florecer en la primera quincena de diciembre”.
Además, “los incendios forestales influyeron bastante en que las flores se deshidrataran y secaran con temperaturas que sobrepasaron los 34 o 36 grados en el ambiente”, agregó el directivo de Coasba.
Mientras que Miguel Chávez dijo que “la producción viene con una tendencia a la baja hace años. En el caso de Negrete ha aumentado mucho la producción de maíz que antes no se veía en esta zona”.
“Antiguamente habían productores lecheros que tenían que hacer praderas. En estas se generaba mucho trébol que es muy bueno para la producción de la miel. Ahora eso se está acabando porque en el maíz no existe floración de este trébol blanco”, explicó.
Realidad nacional
De hecho el caso de Miguel se ve reflejado en los cálculos, a nivel país, de la Federación Red Apícola Nacional. Según la entidad en el periodo 2010 a 2020 Chile pasó de comercializar una media de 7.500 toneladas al extranjero a solo 2.000. Sin embargo el mercado tuvo un fenómeno de mitigación con la pandemia.
Según un estudio de la misma Red Apícola, en el momento más delicado de la crisis sanitaria hubo un aumento en el uso de miel en el mercado interno, donde los chilenos llegaron a consumir 700 gramos más per cápita de manera anual. Esto, muy distante de los 98 gramos de 2004, los 220 gramos de 2013 y los 400 gramos de 2018, que fue el año del último sondeo previo.
Crisis
Pese al alza de consumo, durante los meses más delicados de la contingencia sanitaria, esto recién presenta un efecto amortiguador para la dilatada crisis de esta industria. Misael Cuevas, presidente de la Red Apícola, explicó a Diario Concepción que “estamos en un ciclo de crisis por efectos del cambio climático y una sequía de 14 años, que han hecho que las producciones hayan bajado en proporción a la media histórica”.
Mercado Internacional
De acuerdo a datos de la Organización de las Naciones Unidas para la Alimentación y la Agricultura (Faostat), durante los últimos años la miel es el principal producto de colmena destinada al intercambio comercial.
En un reciente estudio de la Faostat se identifica que durante el 2019, por ejemplo, la producción mundial de la miel fue de 1,85 millones de toneladas, con China liderando el ranking, con un 25,8% de este total. Chile apareció en el puesto 29.
Según la Red Apícola, el comportamiento de la exportación desde 2017 ha sido de 5.200 toneladas en esa fecha, pasando a 8.500 en 2018.
Sin embargo el mercado tuvo una fuerte caída en 2019 con solo la mitad de las ventas. Cuestión que se agudizó en el traspaso a 2020 “con 2.000 toneladas, aproximadamente”, aseguró Misael Cuevas.
Guerra y exportación
Otro factor en contra coinciden las voces consultados es la guerra en Ucrania. Esto generó problemas en los traslados y movimiento de contenedores con el producto de la miel. “El negocio de exportación lo hago por medio de una cooperativa. Pero ha tenido problemas por la guerra donde costó mover contenedores”, dijo Miguel Chávez.
“Este año estuvieron más lentas las exportaciones producto de la pandemia y por la guerra de Ucrania. Las ventas partieron prácticamente en marzo”, agregó Leonardo Guiñez.
Sin embargo, donde sí hay un movimiento al alza es en el apiario local. Este pasó de cerca de 80 mil en el año 2021 a 115 mil en 2022.
Si bien la industria no ha conseguido una estabilidad total, el valor de exportación y de productor a consumidor se mantiene en el promedio de los $5.000 por kilo. “El precio de la miel ha tendido a mantenerse en el tiempo pero no compensa la baja de producción. Es un precio conveniente para el productor”, dijo Misael Cuevas.
Plan Estratégico
Desde el Estado hay un punto de atención sobre la actividad apícola. Una de las medidas a mediano y largo plazo es el Plan Estratégico de Desarrollo Apícola al 2030.
El Plan propone los lineamientos estratégicos del sector, integrando la visión a la que aspiran sus actores, los principios que caracterizan su accionar, y las dimensiones y ámbitos críticos con 10 objetivos estratégicos, además de 41 líneas de acción.
En una primera fase el proyecto contó con una consulta pública, y donde la seremi de Agricultura del Biobío, Pamela Yáñez, explicó que en abril “tuvimos una Mesa Apícola regional ampliada (…) el principal motivo fue conocer sus necesidades de este rubro y fomentar también la Consulta Pública del Plan Estratégico de Desarrollo Apícola al año 2030”.
Este Plan se realiza a través de la Oficina de Estudios y Políticas Agrarias (Odepa), servicio del Ministerio de Agricultura.
“Con esto se busca que los apicultoras y apicultores puedan participar opinando de la construcción de una hoja de ruta, que establece el horizonte hacía dónde quiere crecer y desarrollarse la apicultura en Chile para el año 2030”, especificó la titular del agro a nivel regional.