Un nivel de diversidad de mamíferos marinos propios de reservas o lugares protegidos ha hecho de esta zona de la Región del Bío Bío su hogar estacionario o permanente. Son las conclusiones de un estudio de la Universidad de Valparaíso que trabajó con un equipo especializado para observar estas especies. Los resultados impresionan: más de 9 mil lobos marinos viven en Isla Santa María y el chungungo -especie amenazada- se ha “tomado” tres puntos del golfo.
Un año de observación, a distintas horas, con registros fotográficos y geolocalización precisa, es parte del trabajo desarrollado por el equipo de la Universidad de Valparaíso encargado de indagar dónde, cómo y cuantos mamíferos marinos viven en el Golfo de Arauco.
Se mantienen durante todo el año desplegados por puntos como la desembocadura del río Bío Bío, Punta Lavapié, Llico y Colcura, entre otros, como parte de una investigación inédita en la zona, que forma parte del Programa de Estudios Ecosistémicos del Golfo de Arauco, PREGA, un consorcio de universidades que busca generar conocimiento científico de alto nivel.
La investigación liderada por la doctora Maritza Sepúlveda, denominada “Línea base y monitoreo de las poblaciones de cetáceos, chungungos y lobos marinos en el Golfo de Arauco, Región del Bio-Bio”, fue advirtiendo en el camino que en cada sector del golfo hay un “habitante especial”, partiendo por un viejo conocido.
El lobo marino, acaso la especie más reconocible por el común de la gente, se ha instalado también en la Isla Santa María y las colonias llegan a los 11 mil ejemplares en invierno y la cifra no baja de los 9 mil. Es ese el lugar donde viven y se reproducen y es primera vez que se detecta tal cantidad.
No solo está presente allí el lobo chileno común, sino que el estudio arrojó una inusual presencia de Lobo Fino Austral o lobo de dos pelos, un poco más pequeño, pero de pelaje frondoso. Solía estar en el norte y “reaparecer” recién al sur de la región de Los Lagos, pero este estudio mostró algunas sorpresas.
“Es importantísima la presencia de lobo fino austral. En la zona centro del país no teníamos registro de presencia de él pero se detectaron algunas colonias y la Isla Santa María es una de ellas. Aún no sabemos si hay crías, pero es un hallazgo muy importante de resaltar”.
El “gato de mar”
Así se le suele denominar al chungungo, un mamífero poco dado a vivir cerca de las poblaciones humanas, que se avista muy poco y tiene carácter de especie amenazada. Pero, aun así, está aquí, presente principalmente en Colcura, Punta Lavapié y la desembocadura del río Bío Bío, donde se detectaron grupos de una decena de ejemplares, un nivel alto para la densidad detectada en otros estudios previos en Chiloé o incluso en la reserva Punta de Choros.
“El chungungo se asienta en zonas rocosas, porque es donde tiene sus madrigueras; no se encuentra, por ejemplo en zonas de playas. Tiene un pelaje muy espeso y una larga cola. Suele vivir entre las rocas y solo se asoma a ver a los humanos desde el agua, muy bien resguardado. Se alimenta de invertebrados marinos, las jaibas le gustan mucho, también los erizos”, explica la doctora Sepúlveda.
Añade que “es una especie vulnerable en materia de conservación en Chile, de la cual se conoce bastante poco. Es necesario que se protejan los lugares claves y específicos como Colcura, donde está esta la mayor colonia de chungungos, muy cercano a una zona urbana donde en algunos años más tarde se podrían ver amenazados por construcciones u otros”.
Los delfines y ballenas: oportunidad turística única
El emblemático delfín chileno (conocido popularmente como tonina) tiene a Llico como destino permanente. De tono oscuro, vientre blanco o más claro que el resto de su cuerpo y aleta redondeada, es recurrente verlo en nuestras cosas; la investigación arrojó que muchos de ellos permanecieron varios meses en el Golfo de Arauco.
Setenta y un delfines fueron individualizados en los viajes de observación, inclusive uno que estuvo en el área todo el año. La dra. Maritza Sepúlveda relata que “se sabía de la existencia de delfín Chileno en la localidad de Llico y uno de los objetivos de este proyecto fue justamente monitorear esa población y fue bastante interesante porque en los cuatro monitoreos estacionales que se hicieron vimos delfín chileno y hubo reavistamiento (de ejemplares)”, indicó.
“Nosotros hacemos un trabajo de fotoidentificación y a través de fotos a las aletas podemos individualizar a los animales, diferenciarlos. Hubo un individuo en todas las estaciones. Aparentemente hay individuos que permanecen a lo largo del año en el lugar”.
En épocas más cercanas al verano las protagonistas de este escenario paisajístico son las ballenas, que se han acercado a sitios como Punta Lavapié. Los registros de la investigación contabilizaron, tras varias observaciones a lo largo del tiempo, 26 ejemplares de ballenas sei y una de tipo no identificado.
En opinión de Maritza Sepúlveda y su equipo, la actividad pesquera e industrial en el Golfo de Arauco es absolutamente compatible tomando los recaudos necesarios para proteger estas especies. “Hay múltiples alternativas que permiten generar, además de la actividad económica ya existente, nuevas posibilidades: tours de observación, de fotografía, acercar a la gente para educar sobre las especies”.
Por eso es necesario mantener a raya las amenazas correspondientes. Para el chungungo podría ser la construcción, ya sea de viviendas o de otros (bodegas, etc.) que terminen por hacer que los humanos invadan un lugar que para ellos es seguro, que por algo han escogido para vivir.
En el caso de los cetáceos es importante que las embarcaciones tomen resguardos, ya que los registros realizados “han dado cuenta de heridas en delfines, producto de las hélices o relacionados con embarcaciones”, ejemplifica la doctora.
Considerando la implementación de estos resguardos, Sepúlveda indica que podría generarse en Llico “un polo de desarrollo muy grande de actividades de observación turística, paseos hacia los lugares en que se ven las especies, pero para eso es importante la conservación”, puntualizó, junto con afirmar que la actividad industrial en general, si continúa trabajando en la línea de tener en cuenta estas iniciativas de protección, puede convivir con la biodiversidad.
PREGA
Ésta y otras investigaciones forman parte del Programa de Estudios Ecosistémicos del Golfo de Arauco, PREGA, una iniciativa que surge de la Resolución de Calificación Ambiental del proyecto MAPA de ARAUCO, con el objetivo de generar conocimiento científico acerca de los ecosistemas marinos y estuarinos del Golfo de Arauco.
El programa comenzó a funcionar en 2016 y hoy cuenta con siete proyectos de investigación y cuatro de colaboración, que se desarrollan a través de un consorcio de prestigiosas universidades nacionales.
Adicional a lo anterior, PREGA desarrolla iniciativas que tienen como fin colaborar con organizaciones sociales y públicas de la comuna de Arauco, que se involucren en temas medioambientales.
La misión del PREGA es generar conocimiento y espacios de colaboración que contribuyan a la sustentabilidad del Golfo de Arauco