Con éxito, la Universidad de Concepción concluyó el proceso de restauración del emblemático Escudo emplazado en el Arco UdeC. La intervención abarcó los 18 metros cuadrados de la superficie del mosaico, construido en 1971.
La restauración estuvo dirigida por la artista Ximena Quiñenao Arredondo, quien ha participado en mejoras anteriores realizadas al escudo en 2012 y 2017. Sin embargo, a diferencia de las obras realizadas en dichas ocasiones, manifestó que la satisfacción del equipo de trabajo fue mayor con el resultado obtenido en esta oportunidad.
“Esta vez quedé más conforme con el trabajo, porque las condiciones climáticas no fueron tan agresivas como la vez anterior. Además, nos dieron más facilidades para poder trabajar acá porque implementar el cierre perimetral fue muy bueno”, expresó la restauradora.
El escudo es un elemento reconocido por su importancia simbólica tanto para la Universidad de Concepción como para la ciudad, destacando además en el patrimonio nacional. La jefa de Gabinete de la Rectoría y coordinadora del programa Cuidemos Nuestro Campus, Dra. Violeta Montero Barriga, sostuvo que la restauración del mosaico “representa un desafío de cuidado, de limpieza, de representar y de fortalecer la identidad de quienes formamos parte de la comunidad”.
Restaurar y recuperar
El Escudo está compuesto por más de 4.800 piezas, y la intervención abarcó el 50% de la superficie total. El inspector técnico de Obras de la Dirección de Servicios UdeC, César Aravena Flores, explicó que este proceso “se enfocó en recuperar piezas que se encontraban saltadas o, en su defecto, secciones que no se encontraban completamente íntegras”. Lo anterior, debido al paso del tiempo, el tránsito peatonal y las formas de utilización del espacio que no estaban contempladas en su diseño original.
El jefe de la Unidad de Patrimonio (dependiente de la Vicerrectoría de Relaciones Institucionales y Vinculación con el Medio), Javier Ramírez Hinrichsen, destacó que el trabajo no solo fue de restauración sino también de reconstrucción de algunos fragmentos ausentes en la obra.
“La Unidad de Mantención de la Dirección de Servicios, apoyada por la Unidad de Proyectos de la misma Dirección, generaron este trabajo que ha permitido evidenciar una mejora, la reconstrucción de varias piezas que habían faltado, otras que estaban rotas y una mejora también en la limpieza”, sostuvo Javier Ramírez.
La artista restauradora, Ximena Quiñenao, subrayó la responsabilidad de trabajar en el escudo debido a la carga cultural que tiene, sobre todo para la comunidad interna. “Al estar acá trabajando uno se da cuenta que el escudo es importante por lo que significa y representa. Tiene mucha historia y es emocionante saber lo que representa para miles de jóvenes que es simbólico y más aún como parte de Monumentos Nacionales”, agregó.
El trabajo estuvo dividido entre el taller de la artista, emplazado en Chillán, en el cual se adhirieron las piezas del mosaico en mallas de fibra de vidrio, y en el Arco, donde la instalación tomó 15 días.
Las obras en el escudo se suman a la reciente ejecución de trabajos en la Plaza Hundida del Foro. Ambos proyectos contemplaron la restauración de elementos patrimoniales, preservando la imagen original de las estructuras y con diagnósticos profundos para la evaluación de los elementos y el diseño de soluciones adecuadas, con la coordinación de profesionales de la Universidad.
Mantener los cuidados
Macarena Sánchez, presidenta de la Federación de Estudiantes de la Universidad de Concepción (FEC) del Campus Concepción, valoró la ejecución de estas intervenciones y expresó que estas son necesarias “dentro de este sentido de pertenencia que existe con la Universidad y con estos elementos que son simbólicos”.
La dirigenta estudiantil llamó a la comunidad a cuidar estos espacios, “entendiendo la importancia que tienen para cada uno de nosotros”.
En la misma línea, la Dra. Violeta Montero dijo que el gran valor que tiene el escudo y el resto de los espacios universitarios son un aliciente para su preservación.
“Invitamos a toda la comunidad a valorar este escudo, a cuidarlo, como a toda nuestra Universidad, que es un patrimonio no solo de quienes formamos parte de la comunidad, sino que también de la Región y del país entero”, finalizó la jefa de Gabinete de la Rectoría.