La municipalidad de Hualqui realiza labores de limpieza y salubridad luego de las inundaciones por aguas servidas que afectaron a cientos de habitantes.
Estas van en distintas líneas: eliminar rebose de líquido, limpiar e inocular contra hepatitis A. Lo anterior, bajo el contexto de ser una de las comunas más golpeadas en Biobío por el último sistema frontal, donde se contabilizan cerca de 240 familias afectadas por las inundaciones, de acuerdo a información preliminar entregada por el alcalde Jorge Constanzo. Los sectores ribereños, sin embargo, han sido de los más perjudicados por la fuga de aguas de fosas sépticas.
Por eso es que República de Hualqui, Nueva Hualqui y 18 de Septiembre son ejemplos de poblaciones donde los vecinos, además de sus pertenencias, ven amenazadas seriamente su salud. En el caso de esta última, no cuenta con agua potable ni alcantarillado, por lo que concentra los esfuerzos actuales.
El jefe de Seguridad Pública de la Municipalidad de Hualqui, Fernando González, explica que se está catastrando y esperan tener este fin de semana un balance del nivel de afectación por aguas servidas.
Sin embargo, “en las tres poblaciones que tenemos por la costa se está procediendo a la limpieza, trabajando por la salubridad. Se empezó a extraer las aguas que puedan ser servidas, las que salieron por rebalse de las fosas”, indica. En ese sentido, la primordial urgencia está en “sacar el agua de los patios, para después proceder a las limpiezas de las fosas”, dijo.
Cabe destacar que este sistema de separación de aguas residuales y desechos orgánicos, al rebalsarse, se convierten en un riesgo considerable porque contienen “una gran cantidad de bacterias peligrosas, entre ellas la que provoca la hepatitis, el tifus y muchas otras enfermedades gastrointestinales”, afirma German Acuña, presidente del Colegio Médico (Colmed) de la Región del Biobío.
Celeste Chaparro, presidenta de la Junta de Vecinos 18 de septiembre, comenta que su sector corresponde a “la parte más afectada, porque las otras poblaciones tienen agua potable y nosotros no tenemos, ni eso ni alcantarillado. Está totalmente afectada. Son cerca de 50 familias que están con problemas de fosas, porque los patios están saturados de agua, además porque la anterior inundación (junio) fue hace poco”.
Es por eso que la principal necesidad está en agua limpia para el día a día. “Es terrible la contaminación porque nosotros usamos puntera y esas aguas están contaminadas. Pasa el camión aljibe y nos traen agua embotellada, la que usamos para tomar o hacer las cosas de la casa”, señala Chaparro.
Salud en riesgo
Otra labor que se está realizando, según el director de Seguridad Pública del municipio, es la vacunación, entre ellas, contra hepatitis A, tal cual sucedió hace dos meses. Eso lo confirma la presidenta de la Junta de Vecinos de 18 de septiembre, quien recuerda que “en el temporal pasado vacunaron a personas de hasta 40 años”.
Conforme a lo señalado por la Atención Primaria de Salud del Servicio de Salud Concepción, hasta el 23 de agosto se inoculó contra la hepatitis A a cuatro voluntarios de bomberos que trabajan en faenas de rescate, pero la casa comunal adelanta que aquello nuevamente se extenderá a los habitantes. También se les entregaron cinco dosis antiinfluenza y cuatro para Covid-19. Respecto de pobladores albergados, hubo una vacuna de influenza y otra para neumo 23, mientras que dos fueron para protección al coronavirus.
Al ser consultados al respecto, la autoridad sanitaria afirmó que en este sistema frontal no han recibido denuncias por situaciones de esta índole y que las municipalidades están actuando de manera preventiva, por la experiencia del sistema frontal que ocurrió en junio de este año.
En cuanto a sus competencias, aseguraron que su función es la de aprobar, inspeccionar y fiscalizar los diferentes tipos de sistemas de filtración sanitaria, revisando periódicamente el funcionamiento de las fosas y haciendo las mantenciones adecuadas de todo tipo de alcantarillado.
De igual manera, indicaron que los problemas relacionados con el rebase de estas fosas son responsabilidad de los municipios, argumentando que por normativa son ellos los que deben otorgar soluciones a las personas que cuentan con estos sistemas particulares de eliminación de desechos.
Recomendaciones preventivas
Germán Acuña, líder de Colmed Concepción, advierte que esta es una situación que podría ser muy grave dependiendo del manejo gubernamental y el comportamiento de la población. “Es muy complejo cuando los niños chapotean en estas aguas servidas e ingresan a sus hogares. Empaparán su alfombra y abrocharon sus zapatos; de una u otra manera esto puede llegar a su boca”, sentencia.
Para ello, el experto entregó una serie de consejos con tal de prevenir infecciones. “No dejar salir a los chicos a jugar en los lugares afectados. Es fundamental que, si los niños ingresan a los hogares, los padres les quiten los zapatos y les pongan un recambio al ingresar al hogar. Que exista un permanente lavado de manos y que las familias utilicen paños de cloro para desinfectar los objetos y las superficies”, recomienda.
En la misma línea, la doctora Aliosha Sáez, jefa del Servicio de Urgencias de Clínica Biobío, sostiene que es importante cuidar a la población de riesgo, donde también se incluyen a adultos mayores y embarazadas.
“Continuamos con circulación viral de algunos virus respiratorios, y las condiciones climáticas pueden empeorar la sintomatología respiratoria de algunos pacientes, como los crónicos o asmáticos. Otro punto a recordar son la alta probabilidad de caídas y cortes frente a estas situaciones de temporal. Por lo tanto, si es que va a haber movimiento de escombros, es relevante ocupar elementos de protección como guantes y casco”, dice.
La especialista añade que frente a algún corte o herida en zona sucia, se debe recordar la vacuna antitetánica. “Muchas veces, frente a temporales o inundaciones, se hacen campañas de vacunación de hepatitis A, por lo que la recomendación es acercarse a puntos de vacunación y evaluar si corresponde”, profundiza. Y suma que no es recomendable la calefacción con braseros debido al riesgo de intoxicación por monóxido.