La iniciativa liderada por la U. de Concepción con el apoyo de ARAUCO busca aumentar el número de ejemplares de este anfibio y preservar el patrimonio genético de las poblaciones situadas en distintos puntos del país.
En los exuberantes bosques templados del sur de Chile y zonas limítrofes con Argentina habita la pequeña ranita de Darwin (Rhinoderma darwinii), una especie endémica de nuestro país, que habita entre las regiones de Biobío y Los Lagos. Con una longitud que rara vez supera los 5 centímetros, este singular anfibio posee una nariz puntiaguda y la coloración de su piel varía entre tonos de verde y marrón, lo que le permite camuflarse entre las hojas y otros elementos naturales de su hábitat.
Lamentablemente, en la última década sus poblaciones han experimentado una disminución del 80%, principalmente atribuible al hongo Quitridio (Batrachochytrium dendrobatidis), responsable de una enfermedad que afecta tanto la piel como el sistema cardíaco de los anfibios.
Ante este alarmante panorama, adquiere mayor relevancia el trabajo que desde hace 15 años viene desarrollando el Centro de Reproducción de Ranitas de Darwin de la Universidad de Concepción con la colaboración con la empresa ARAUCO. Se trata del único centro del país dedicado especialmente a recuperar la población de esta emblemática especie.
“Nos esforzamos por contribuir a la repoblación de áreas que antes albergaban ranitas y que ahora ya no se encuentran, así como por introducir nuevos ejemplares en zonas donde las poblaciones han experimentado una disminución”, comentó la encargada del Centro, la Dra. en Medicina Veterinaria, Catalina Martin.
Alianza
El centro cuenta con ejemplares traídos desde diferentes Áreas de Alto Valor Conservación de ARAUCO. Raúl Briones, jefe del Programa de Conservación de Fauna de la firma forestal, detalló que “extraemos individuos del bosque, de su hábitat natural, y creamos las condiciones propicias para que puedan reproducirse en estas instalaciones. Posteriormente, nos encargamos de cuidar y mantener a las crías hasta obtener los permisos necesarios para reintegrarlas a su entorno natural”.
El investigador agregó que el objetivo, además de su reproducción, es conservar el acervo genético de las distintas poblaciones. En esta línea detalló que ARAUCO cuenta con tres núcleos boscosos de alto nivel de conservación, en los que habitan poblaciones de ranita de Darwin: Caramávida en la Cordillera de Nahuelbuta, Parque Oncol en Valdivia y Las Trancas en La Unión. “Lugares en los que estamos trabajado, además, en identificar la presencia del hongo Quitridio y buscar métodos efectivos para su eliminación”, sostuvo Briones.
Infraestructura
El Centro de Reproducción cuenta con diversas áreas, entre las que destacan terrarios de dos ambientes diseñados con precisión para satisfacer las necesidades específicas de los anfibios. Asimismo, incorpora un criadero de cucarachas argentinas (Blaptica Dubia), cuyas crías sirven como alimento para las ranitas de Darwin. La Dra. Martin explicó: “Nos encargamos de cuidar a los ejemplares más jóvenes hasta que alcanzan su etapa de maduración, momento en el cual iniciamos su ciclo reproductivo”.
Iniciativa de convervación
En torno a la ranita de Darwin existen más esfuerzos para su protección. En 2018, más de 30 instituciones públicas y privadas implementaron la Estrategia Binacional para la Conservación de este anfibio, cuyo objetivo es recopilar información sobre la biología y situación actual de las poblaciones en Chile y Argentina. Además, busca identificar las principales amenazas para la especie, delimitar áreas de posible ocupación considerando el cambio climático, y llevar a cabo la erradicación de especies invasoras, entre otras medidas.
ARAUCO es parte de esta estrategia, según detalló Raúl Briones. Además, el investigador sostuvo que “la compañía está comprometida por certificaciones y principios en proteger toda la fauna que esté en categoría de amenaza. Es decir, peligro, crítico y vulnerable. Estamos hablando de 79 especies de fauna y la Rana de Darwin es una de ellas”.
¿Sabías qué…?
La ranita de Darwin del sur (Rhinoderma darwinii) tiene una hermana: Rhinoderma rufum, que habita al norte del Biobío y que recién en 1975 se reclasificó dentro del género Rhinoderma, despejando décadas de confusión sobre su identidad. Lamentablemente, la rufum no ha sido avistada desde 1981, llevándola a ser catalogada como “En Peligro Crítico de Extinción”. Algunos expertos la consideran posiblemente extinta.
