T Corona Borealis, conocida por los astrónomos como T CrB, es un sistema que contiene una enana blanca muerta y una gigante roja envejecida, que giran una en torno de la otra y en el cual una de ellas transfiere parte de su atmósfera a la compañera. Este material se calienta hasta un punto en que ocurre una reacción termonuclear y su pronta erupción, conocida como “acontecimiento nova”, aumentará el brillo del sistema.
A diferencia de las supernovas, las novas no destruyen completamente la estrella, permitiendo que el ciclo de alimentación y explosión se repita en el futuro. Las novas recurrentes conocidas son muy pocas y T Corona Borealis es una de ellas. Las últimas erupciones de este sistema ocurrieron en los años 1217, 1787, 1866 y 1946.
No es posible determinar con exactitud la fecha de ocurrencia de la explosión. Sin embargo, los astrónomos predicen que podría suceder alrededor de mayo de 2024, aunque puede ocurrir antes o incluso meses después.
El dr. Ronald Mennickent, investigador asociado al Centro de Astrofísica y Tecnologías Afines y astrónomo del Departamento de Astronomía de la Universidad de Concepción, señaló que “T Corona Borealis usualmente es tan débil que no se observa a simple vista. Cuando se produzca la erupción será posible mirarla con un brillo comparable al de la estrella polar y probablemente permanecerá visible en el cielo durante algunas semanas”.
Para mirar este fenómeno en Chile, el investigador CATA explicó que “las noches de mayo y junio son ideales para observar mejor T Corona Borealis desde Chile, ya que ella se eleva un poco más sobre el horizonte. Esperemos que coincidan esas fechas con la erupción, para percibirlas en mejores condiciones”.
Aquellos que deseen observar la erupción deberán buscar en el cielo la constelación Corona Boreal, cercana a Bootes y Hércules. Una vez que suceda y alcance su máximo resplandor, volverá a atenuarse por las próximas ocho décadas siguientes, por lo que será la única oportunidad para la mayoría de nosotros.