¿Sabías que el Valle del Itata es la cuna del vino chileno?
Allí llegaron hace ya más de 500 años las primeras vides a Chile, conservando hasta la fecha un patrimonio histórico-cultural sin precedentes entre sus viñedos.
Con el propósito es preservar este legado, año a año se impulsa un imperdible espacio de encuentro entre los viticultores del Valle y el resto del mundo, a través de una gran fiesta que se proyecta como una de las tradiciones más esperadas de la región de Ñuble y que reúne una gran cantidad de turistas nacionales y extranjeros, que buscan conocer la viticultura local y, además, degustar cepas patrimoniales como el “cinsault” o cargadora.
Todos los años, esta actividad cuenta con la participación de diversos productores y emprendedores de Ránquil, Coelemu, Portezuelo y Quillón, que buscan encantar a los cientos de asistentes – no solo con las más de 50 etiquetas elaboradas con la variedad Cinsault – sino que también con la gastronomía local de la zona, acompañados de gran ambiente y música, haciendo de esta actividad una fiesta única e inolvidable, que todos los años se hace más presente en el Valle del Itata.
Guillermo Mendoza, subgerente de Asuntos Públicos de la empresa ARAUCO, destaca que la firma forestal contribuye a impulsar este tradicional evento como parte del proyecto viñatero que desde hace años la compañía desarrolla en la zona. “Realizamos un trabajo en conjunto con la tienda Alma del Itata que se encuentra en Ñipas. En este espacio muchos productores pueden dar a conocer sus creaciones y esta actividad recoge eso, difundir al mundo esta cepa característica del Valle del Itata”, sostuvo.
Este año, la 8.ª versión de la Noche del Cinsault se desarrollará el jueves 13 de febrero en la histórica viña Cucha Cucha de ARAUCO, emplazada en la comuna de Portezuelo.
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