El cierre obligado por la pandemia, que ya se extiende por ocho meses, tiene al borde de la quiebra a los jardines infantiles particulares en el país. De hecho, un buen número de ellos ya han cerrado.
Alejandra Gallegos, presidenta de la Asociación de Salas Cuna y Jardines Infantiles de Concepción, señaló que, si bien han recibido algunas ayudas estatales, si la situación no mejora y no se crean condiciones para seguir funcionando, están en riesgo de desparecer.