Sin duda, la mascarilla ha sido el elemento común de estos dos años de pandemia, destacando por su único uso. No obstante, hay quienes les dan una segunda oportunidad.
Desde la Unidad de Desarrollo Tecnológico (UDT) UdeC, tras un minucioso proceso de producción, las reciclan para convertirlas en bandejas, posavasos y maceteros. Hasta la fecha, han trabajado con más de 5 toneladas de estos “tapabocas” o “barbijos”, como también son conocidos.