Desde el inicio de febrero los incendios forestales han sido una constante en comunas de la Región del Biobío.
Actualmente, la emergencia persiste en algunas zonas que aún combaten las llamas, mientras las labores de limpieza y reconstrucción avanza en otras.
En Tomé 800 familias fueron afectadas por el avance de las llamas, siendo los habitantes del cerro El Santo parte de los damnificados.