El diagnóstico de cáncer provoca un impacto emocional similar en todas y todos quienes reciben la noticia, pero la capacidad para enfrentarlo varía según la condición socioeconómica. En Chile, el cáncer es responsable de casi 30 mil muertes anuales, es decir, un 30% de las personas que fallecen en Chile anualmente, por lo que la detección precoz se vuelve crucial para salvar vidas.
De acuerdo a las últimas cifras del Observatorio Global del Cáncer, Globocan 2022, en Chile se produjeron más de 59.800 casos nuevos. El cáncer con mayor mortalidad es el de pulmón, que cuesta la vida de 3.944 chilenos al año, seguido por el de estómago y colorectal.
La prevalencia del cáncer de pulmón es transversal en hombres y mujeres, sin embargo, en hombres el cáncer más común es el de próstata y de colorectal. En tanto, en mujeres, se presenta con números altos el cáncer de mama y de colorectal.
Según los datos del Departamento de Estadísticas e Información en Salud del Minsal, la Región del Maule lidera la incidencia de cáncer con 46,3 casos cada 100 mil habitantes, casi seis veces más que el promedio nacional. Sin embargo, es la Región de Aysén la que lidera la tasa de mortalidad por sobre el promedio nacional que alcanza 15,45 fallecidos por cada 100 mil habitantes.
Factores de riesgo ambientales, hereditarios y de hábitos han contribuido al aumento de esta enfermedad en los últimos años, por lo que se espera que para el 2030 esta sea la primera causa de muerte en la población.
Detección precoz: clave para salvar vidas
El académico de la Facultad de Medicina de la Universidad de Concepción, Dr. Fernando Heredia Muñoz, se refiere al cáncer de mama y el cáncer de cuello uterino. “En su mayoría no son evitables, pero sí hay maneras de detectarlos precozmente con una actitud responsable de realizarse sus chequeos tanto mamográficos como de citología cervical, también conocida como el examen de Papanicolau».
El ginecólogo-oncólogo explica que hay un ítem que ha ido variando, que dice relación con la presencia del cáncer de cuello uterino en mujeres cada vez más jóvenes, “que están en plena capacidad reproductiva. Desde el punto de vista económico también es muy complejo, ya que son mujeres que trabajan, muchas de ellas con hijos o hijas pequeñas. Por lo tanto, enfermar de esta patología es terrible desde todo punto de vista. Deja familias sin una madre y sabemos todo lo importante que es una madre”.
Acerca de los síntomas, el profesional detalla que al presentarse es porque ya está un poco avanzado, por lo tanto, el reforzamiento apunta hacia la detección precoz. “Este cáncer tiene una etapa pre-invasora o pre-cancerosa, como se conoce también, que es muy prolongada, y por lo tanto nos da la oportunidad de encontrar estas lesiones pre-invasivas y tratarlas para que no lleguen a ser una enfermedad invasiva”, explica.
Finalmente, el docente del Departamento de Obstetricia y Ginecología UdeC manifiesta que hoy en día también existe la tipificación viral del Virus de Papiloma Humano (VPH), que es el causante de más del 95% de la totalidad de los cánceres de cuello uterino y en ausencia del VPH hay una probabilidad realmente remota de desarrollar un cáncer en los años siguientes.
“Entonces, este no es un examen que se debe hacer todos los años, se puede hacer incluso cada cinco años con una seguridad y con una sensibilidad mucho mayor que el Papanicolau. El problema es el costo que es un poquito mayor que el del Papanicolau”, sentencia.
CIC – Biobío: alternativa innovadora
En agosto del año pasado, en una instancia que contó con la presencia del Rector de la Universidad de Concepción, Dr. Carlos Saavedra Rubilar, se presentó el proyecto del Centro de Investigación en Cáncer, CIC – Biobío, iniciativa que surge desde la Universidad de Concepción y de manera colaborativa entre las facultades de Medicina, Farmacia y Ciencias Biológicas junto a la Seremi de Salud, entre otras instituciones, que a futuro se emplazaría en el campus de la Universidad de Concepción, tendría financiamiento público-privado y luego de la definición del perfil del proyecto podrá avanzar a estudios de prefactibilidad y factibilidad.
En síntesis, CIC -Biobío es un proyecto centrado en un modelo de investigación oncológico interdisciplinario que involucra, además de las citadas facultades, a Enfermería, Ingeniería, junto con Ciencias Naturales y Oceanografía. Este enfoque multidisciplinario surge de la necesidad de crear diálogo entre científicos, profesionales de la Salud y la comunidad en pro de investigar diversas áreas relativas al cáncer, como prevención, diagnóstico oportuno, tratamiento, calidad, rehabilitación y seguimiento, todo orientado a brindar una asistencia innovadora y personalizada, cuyo objetivo final sea mejorar la calidad de vida de las personas diagnosticadas con cáncer.
Al respecto, la Decana de Medicina UdeC, Dra. Ana María Moraga Palacios, precisa que el CIC – Biobío tendrá como objetivo principal aportar a la solución del problema cáncer desde una mirada académica absolutamente multidisciplinaria.
“La Universidad de Concepción, desde todos sus ámbitos, contribuirá a la comunidad en la solución de uno de los problemas de salud mas prevalentes. La contribución será en la formación de profesionales especializados en oncología, cuidado y rehabilitación del paciente oncológico y sus familias; en la vinculación con el medio, a través de entrega de información epidemiológica local y actualizada a la comunidad y tomadores de decisiones en cáncer” explica, dentro de muchas otras herramientas y acciones que pretenden llevar al CIC – Biobío a ser referente en formación e investigación en cáncer para el país.