Luego de veintidós meses de trabajo por parte de los profesionales de la Universidad de Concepción, concluyó la ejecución del “Programa de transferencia tecnológica para la producción de vino y vinificaciones especiales de variedades disponibles en el Valle del Itata”, con la cooperativa Coovicen, de Quillón, financiado por el Gobierno Regional de Ñuble.
En el hito de cierre del programa, los cooperados se mostraron satisfechos con los resultados, donde destacaron que la adquisición de 18 cubas de acero -que suman una capacidad de 1,2 millones de litros de vino-, les ha permitido alcanzar una capacidad de almacenamiento total de 2,8 millones de litros y, así, apuntan a fortalecer su posición negociadora ante los poderes compradores en escenarios de alta volatilidad de los precios de la uva y del vino.
El acto contó con la participación del Gobernador regional, Óscar Crisóstomo; del Subdirector del campus Chillán de la UdeC, Dr. Daniel Sandoval; del Vicedecano de la Facultad de Ingeniería Agrícola UdeC, Dr. Christian Folch; del presidente de Coovicen, Eduardo Carrasco; del Director del programa y académico de Ingeniería Agrícola UdeC, Dr. Juan Cañumir; del Director regional del SAG, Osvaldo Alcayaga; de la jefa de área de Indap Bulnes, Patricia Zambrano; y del jefe de la División de Fomento e Industria del Gore Ñuble, Raúl Súnico; así como también de los socios cooperados y representantes del sector público y de la UdeC.
Además de la adquisición de las cubas, que se concretó en abril de 2023, el programa también desarrolló vinificaciones especiales; y, por otro lado, se realizaron capacitaciones técnicas de producción y en logística de comercio exterior y se elaboró un estudio de prospección de mercados internacionales para la exportación de vino a granel. Finalmente, una delegación de cooperados participó en una gira técnica a Mendoza, Argentina, donde conocieron la exitosa experiencia de las cooperativas agrupadas en la Federación de Cooperativas Vitivinícolas Argentinas.
El esfuerzo y el trabajo desplegado en el programa fue valorado por el Gobernador Crisóstomo, quien recordó el compromiso que, tres años atrás, asumió con los viñateros de Quillón y que se materializó en estos avances, enfatizando el deseo de los socios de seguir creciendo. “Yo sé que aquí hemos finalizado una etapa, pero no queremos quedarnos solamente con esto, queremos seguir avanzando, por lo tanto, les queremos proponer que, en la segunda etapa que viene, incorporemos más tecnología para que podamos tener mejores resultados. Nos gustaría continuar con un programa que ha tenido buenos resultados, que ha hecho que la cooperativa sea observada por el resto, y así seguir fortaleciendo el cooperativismo, pero, particularmente, la producción vitivinícola”, expuso la autoridad, quien enfatizó que el foco debe estar puesto en llegar a los mercados internacionales.
Precisamente, una de las aspiraciones expresadas por los cooperados, es la adquisición de una máquina cosechera, lo que permitiría reducir notoriamente los costos y mejorar su competitividad. Según explicó Eduardo Carrasco, presidente de la cooperativa que reúne a 60 socios productores de uva, la mano de obra es un elemento relevante en los costos de producción, y cada día es más escasa. En esa línea, aseguró que la máquina permitiría reducir desde $60 a $20 el costo de cosecha por kilogramo de uva, “lo que nos haría más competitivos, porque el costo de cosecha es lo que más encarece la producción”.
Por otro lado, el dirigente relevó el impacto que significa el aumento de la capacidad de almacenamiento, “que nos da la fortaleza, que podremos soportar las variaciones de precios, y ya no ser tan manipulados por la industria; de esta forma, nuestros socios cooperados hoy tienen la disponibilidad para poder procesar todas sus uvas en las instalaciones de nuestra cooperativa”.
Transferencia y colaboración
El programa, que representó una inversión total de $350 millones, fue ejecutado por el Departamento de Agroindustrias de la Facultad de Ingeniería Agrícola UdeC, en conjunto con la Facultad de Agronomía UdeC.
Liderado por el Dr. Cañumir, en el equipo participaron, además, el coordinador del programa, Dr. Christian Folch, de Ingeniería Agrícola UdeC; el Dr. Guillermo Pascual, de Agronomía UdeC; y el ingeniero del proyecto, Gustavo Martínez.
El Dr. Folch apuntó también a los ensayos de vinificaciones especiales que se realizaron en los laboratorios de la UdeC, a partir de diversas uvas de los socios, “buscando un protocolo de elaboración de vinos dulces destinados a ser envasados de una manera segura, con vinos estabilizados, analíticamente adecuados y de características organolépticas singulares y representativas de los viñedos de esta zona de Ñuble”.
Destacaron los tradicionales pipeños, reconocidos en la resolución exenta del SAG 4077/2023 como bebidas de baja graduación alcohólica elaboradas por la agricultura familiar campesina a partir de la fermentación alcohólica parcial del mosto de uvas frescas. En detalle, se desarrollaron tres vinos dulces o pipeños -un Moscatel de 8,2°; un País de 7,3°; y un País de 7,5°- y un vino tranquilo de Moscatel, de 13°.
De hecho, durante la ceremonia, el equipo entregó formalmente, a la cooperativa, el “Manual de vinificaciones”, elemento clave del programa de transferencia.
El académico planteó que, “el aumento de la capacidad por sí solo, o la elaboración de nuevos productos, no aseguran un crecimiento comercial para la cooperativa, es por eso que durante el programa hicimos un estudio de prospección de mercados para conocer datos relevantes para la toma de decisiones futuras a la hora de buscar destinos para la exportación, realizamos capacitaciones grupales, gestiones comerciales y, finalmente, una gira técnica a la Provincia de Mendoza, en Argentina. Todas estas actividades fueron pensadas y ejecutadas con el objetivo de aumentar la competitividad y la fortaleza organizacional de la cooperativa”.
En ese contexto, tanto el Director del programa, el Dr. Juan Cañumir, como el Subdirector del campus Chillán de la UdeC, Dr. Daniel Sandoval, reiteraron la disposición de la Universidad de Concepción para apoyar a la cooperativa en los próximos desafíos y valoraron la voluntad del gobernador regional por empujar este proceso.
En particular, el Dr. Sandoval puso énfasis en el trabajo colaborativo, en virtud del rol público de la Casa de Estudios: “Ésta es la constatación patente de la colaboración que puede existir entre el mundo académico y la comunidad”.