Un nuevo éxito para esta UdeC de Cipriano Núñez que no para de sumar títulos a sus vitrinas. Y esta vez fue con autoridad, imponiéndose por 107-88 a Puerto Varas para llevarse esta Supercopa, donde fue por lejos el mejor de los cuatro equipos que dijeron presentes en Puerto Varas. Jerry Evans fue la figura superlativa en estos dos encuentros (venía de 42 puntos), pero también hubo mucho de Silva, Arteaga y la consolidación de Rubio como un hombre importantísimo. El también bicampeón de la LNB va por más.
Pero el comienzo fue a favor de Puerto Varas, de la mano de Nahuel Martínez y Travion Leonard, al punto que la UdeC recién pasó arriba con parcial de 29-28 al final de ese cuarto gracias a la efectividad de Sebastián Carrasco en los libres y un gran doble de Diego Silva para cerrar esa luchada etapa. Parecía que sería una final de golpe y golpe, pero la UdeC se salió de los marcos y en el segundo cuarto impuso su defensa para permitir solo 11 puntos de su adversario. El Campanil sacaba espeluznantes 19 puntos de distancia que serían irremontables.
El tercer cuarto fue de Rubio, demostrando la cantidad de variantes de este equipo. Sí, porque en las semifinales el gran escudero de Evans fue Arteaga, pero ahora fue el turno de otros compañeros, en una rotación donde también hubo mayor presencia de Milano (la noche anterior se fue sin puntos y ahora logró 8 en su regreso) y una diferencia notable en la pintura. El equipo de Monsalve no tenía respuesta, pese a los puntos que caían a cuentagotas de Pinedo y Fontena.
Había que cerrarlo y no fue problema. Triple de Evandro para la ventaja máxima de 23 puntos, flotadora de Carrasco y los quiebres de defensa de Sáez buscando un pase bajo el aro. Fontena se va por faltas y Puerto Varas ya tiraba la toalla, mientras la UdeC se transformaba en una máquina de hacer puntos, desde todos los ángulos. Últimos minutos y hay tiempo para Michael Rivera, que no demora nada en aportar 4 puntos más. ¿Mejores manos de la UdeC? Evans terminó con 23, Silva con 18, Rubio con 14 y Carrasco con 12.
El final fue entre cánticos, abrazos, el bidón de agua sobre Cipriano Núñez. El técnico señaló que “es una felicidad grande con este grupo que no ha variado respecto del último título, son los mismos chicos y es un plus para nuestro trabajo. La gente ve los campeonatos y cree que es fácil, pero hay muchachos que estudian aquí mismo en la universidad, que dejan el alma y hacen un gran sacrificio. Este triunfo es de todos los jugadores”.